Alergia primaveral: síntomas y tratamiento
Seguro que has notado la llegada de la primavera; los días son más largos, suben las temperaturas, los campos florecen… pero además de estos agradables cambios, la estación trae consigo una serie de consecuencias no tan placenteras para una parte importante de la población: la alergia primaveral. ¿Eres de los que se ve afectado por este fenómeno y no sabes cómo combatirlo? Te damos las claves para tratarla y pasar una plácida primavera ¡sin estornudos ni picores!
Por qué se produce la alergia primaveral
Es muy común pensar que la alergia sólo se presenta en primavera, debido a que la relacionamos con la polinización de las plantas que, por lo general, inician su ciclo reproductor en esta época del año. Sin embargo, existen ejemplos como el ciprés y el pino, cuyos picos de polinización se sitúan entre febrero y marzo, lo que demuestra que, estrictamente hablando, esta dolencia no es exclusiva de la primavera. Así que, ya que es posible sufrir de alergia al polen casi en cualquier época del año, ¡aprendamos a reconocerla!
Factores que potencian los síntomas
La alergia primaveral produce molestos síntomas como el picor nasal, la rinitis alérgica o el lagrimeo en los ojos, que no son más que manifestaciones causadas por sustancias químicas del sistema inmune, como la histamina, que nuestro cuerpo utiliza como respuesta a las partículas del polen.
Un clima lluvioso y caluroso durante la primavera potencia el periodo de polinización y, por tanto, la alergia primaveral. Además, un invierno frío en el que haya habido precipitaciones también ayuda a que las raíces de las plantas sean más fuertes y profundas lo que produce un crecimiento más vigoroso y, por tanto, una reproducción de las plantas con más polen.
La contaminación, por su parte, es otro factor que favorece la polinización, pues las partículas contaminantes de los motores de los coches o las calefacciones afectan a las plantas. ¿Su respuesta? Generar proteínas de estrés como mecanismo de defensa, que potencian la alergenicidad y crean más malestar en las personas alérgicas.
Cómo saber si tienes alergia primaveral
Entre el 10 y 15% de la población sufre alergia primaveral, sin embargo, son muchos los que la confunden con un simple resfriado y no la tratan de la forma adecuada. Obviamente, lo primero es acudir a un alergólogo para confirmar o descartar la alergia al polen, pero hay una serie de síntomas que pueden darte una pista:
- Estornudos repetitivos, sobre todo en determinados momentos que coinciden cuando nos encontramos cerca del polen.
- Picor en la nariz y la garganta.
- Congestión nasal o rinitis. Uno de los síntomas estrellas, que se pueden solucionar con alguno de los productos específicos para la congestión nasal.
- Mucosidad líquida y transparente. La del resfriado suele ser mucho más espesa y de color.
- Enrojecimiento cutáneo.
- Lagrimeo típico de la alergia y en ocasiones conjuntivitis. Por su parte el resfriado a lo sumo puede provocar una especie de congestión pero no lágrimas.
Por último recordarte que la forma de actuar de un resfriado y la alergia es diferente, pues mientras que el primero llega y se queda unos días con unos síntomas más estables, la alergia es intermitente y se puede presentar a lo largo de unos meses apareciendo y desapareciendo a lo largo de los días. Recuerda que hay medicamentos homeopáticos para la alergia que te ayudarán con los síntomas y te permitirán reducir los brotes.
Y si aún tienes dudas sobre las diferencias entre la alergia y el resfriado, ten en cuenta que un resfriado puede tener otros síntomas como son: el cansancio excesivo, el dolor de cabeza y, en ocasiones, la fiebre.
Cómo prevenir la alergia primaveral
La alergia primaveral no puede evitarse, sin embargo, sí que es posible reducir sus síntomas para hacerla más llevadera. Te contamos algunas de las rutinas que pueden ayudarte a minimizar los efectos de la polinización y la alergia:
- Intenta no tener las ventanas siempre abiertas. Ventila tu casa y luego vuelve a cerrar para evitar que entre el polen y se quede dentro.
- Si usas aire acondicionado, comprueba que tenga filtro antipolen.
- Evita parques y jardines, especialmente al atardecer y amanecer.
- Lleva gafas de sol para evitar que el polen llegue a tus ojos.
- Es recomendable tender la ropa dentro de casa para así evitar que el polen se acumule en tu ropa.
- En casa intenta mantener una humedad ambiental por debajo del 60% y una temperatura interior menor de 24 grados.
Además, puedes consultar la concentración de polen en tu ciudad a través de la página web de Polenes Polenes y prepararte para mejorar tus síntomas con los medicamentos para la alergia. ¡Ya no hay excusa para disfrutar de los días cálidos!